viernes, abril 29

Una palabra.

Una sonrisa, un rostro alegre, la tenacidad, la felicidad, la alegría de seguir viviendo, la libertad, la niña vivaz, el niño jugando con carritos, los novios dándose un beso, los ancianos que se toman de la mano al ir por la calle, las flores en primavera, los columpios del parque, el aire del bosque, el aroma de las cerezas, los sonidos del arcoiris, el sabor de una noche con Luna llena, el tacto de un día lleno de Sol, la frescura de la brisa por la tarde, el viento soplando en su oído y jugando con su cabello.

Todos esos recuerdos parecían simples sueños maravillosos que alguien más había pintado en su mente durante una noche de descanso. Al menos ella lo sentía así. Sabía que no eran de todo sueños, sabía que ella había sentido alguno más de una vez... sabía que ella había vivido miles de momentos maravillosos como esos.

Abrió sus ojos sin saber dónde estaba, sintió a su alrededor y se dio cuenta que no tocaba nada... se levantó suavemente y su cuerpo no pesaba. Al incorporarse, sentada con las manos cayendo sobre sus muslos cubiertos de una suave tela blanca, observó el lugar en el que se encontraba.
Muchas personas iban vestidas de negro, otras cuantas de gris, muy raros puntos con alguno que otro color amarillo, azul o café escondidos en la sala. 
Personas dormidas, personas bostezando, algunos cuantos platicando, bastantes con cara afligida y lágrimas en sus rostros... unos cuantos al fondo con una sonrisa, una sonrisa llena de pesadez en el rostro.

Sintió la necesidad de abrazarlos, de consolarlos a todos... quería hablarles, gritarles, decirles que no había razón en el mundo para que estuvieran así, que ella estaba ahí para apoyarlos, que no se dejaran vencer... que nada era tan grave para vivir infelices. Intentó hablar pero ningún sonido salió de su boca, al contrario, las palabras parecían sus propios pensamientos, sumidos en lo profundo de su existencia. Intento gritar, con el mismo efecto y sin el menor éxito... 
Pensó que tal vez habría enfermado, ¡Por eso su voz no salía!

Fue entonces cuando una figura de negro, con la cara más afligida y llena de lágrimas, la sorprendió hasta el rincón más profundo de su corazón: su madre.
Esa mujer que le había dado la vida iba vestida de negro, desde el cuello cubierto por la bufanda hasta los pies calzados en botas negras especiales para el invierno... Si estaba haciendo tanto frío, ¿por qué no lo sentía?
Miró el rostro de su madre de nuevo, se le hizo un nudo en la garganta y quiso llorar junto con ella. Esa mujer tan fuerte y valerosa, llena de vida y juventud, de paz y tranquilidad, de buenos consejos, esa mujer vestida completamente de negro sentía un dolor muy grande, como ninguno otro en su vida... su simple mirada lo decía todo, su tierno rostro ahora hinchado de tanto haber llorado. 
Intentó ponerse de pie, correr hacia ella, abrazarla, acariciarla, darle un beso y decirle cuánto la amaba, "ya no llores, madre mía"... pero, así como cuando intentó hablar y gritar, ningún movimiento salió de su cuerpo...

Fue entonces cuando decidió mirar el lugar que la tenía encarcelada, que no la dejaba hablar ni moverse... y se encontró a ella misma. Un rostro pálido y frío, con ojos cerrados, labios rosas por el maquillaje, mejillas sin color alguno... Su pecho no se elevaba con ningún movimiento, no respiraba. Sus manos cruzadas sobre su abdomen estaban tiesas, frías, pétreas totalmente. 
Muerta.

Sí. Ya lo recordaba... ella había muerto. Lo último que aparecía en su mente era el cielo azul y la sonrisa de su madre, un golpe fuerte y un grito más doloroso y desgarrador que el mismo sufrimiento de su cuerpo, y después de eso, nada.

Los recuerdos de su vida la atacaron una vez, pasando todos y cada uno de los segundos que había permanecido con vida en el mundo delante de sus ojos, sin poderse detener y a una velocidad increíble y, sin embargo, era capaz de saber qué imagen pertenecía a qué fecha, qué día y segundo con exactitud. 
Ella había sido feliz.
Probablemente, había sido la persona más feliz del mundo en muchas ocasiones.

Sintió cómo su alma comenzaba a llorar... no de tristeza ni de dolor, tampoco de melancolía o de aflicción. Eran lágrimas puras, de amor y felicidad, de cariño y armonía, de todo eso que había dado y que había recibido a su paso por el mundo, por la vida de las personas, por quienes pasaron por su vida. 
Su alma lloró de nuevo.
También ella misma se había dado amor, felicidad, cariño y aprecio... también ella se había dicho cosas bonitas, cuentos alegres, canciones armoniosas, frases maravillosas. También ella había sentido el amor, la esperanza, el deseo de ser mejor persona cada día. También ella había luchado por aquello que amaba, por quienes eran importantes en su vida, por aquellos momentos especiales que la hacían tan feliz a cada segundo que pasaba. También ella logró superarse de muchas maneras a pesar de las fuertes caídas, de los golpes que dejaban marca, de las marcas de las heridas más profundas... Sí, su alma tenía heridas profundas, cicatrices que la vida había dejado en su transcurrir.

Y sonrió. Sonrió mientras lloraba, porque todo lo que había vivido en esos años medidos con la experiencia, fue lo mejor. Porque siempre logró lo que quiso, con esfuerzo y dedicación. Porque siempre hizo lo mejor, porque se equivocó, porque esos errores la llevaron a la superación.

Y solo una palabra podía definir lo que su alma sentía en ese momento: satisfacción.

En ese momento, una luz brillante descendió sobre ella y no existió nada más. Todo era brillante, estaba en calma y tranquilidad. Sentía la felicidad aún sin estar consciente de dónde venía, y lo supo. Supo que había pasado a ese mundo donde van quienes ya no habitan en la Tierra. Y supo que lo había hecho porque había cumplido su misión:

la plena satisfacción de su alma.

4 comentarios:

fayriiewöÖrldLilie dijo...

=0 no inventes k bonito t kedo no manches gaby =S m hizo reflexionar x0 nta necesitaba algo asi =S para abrir los ojos i k no vale la pena ponerse ma x alguien k no vale la pena uno tiene k ver x simismo su felicidad =D siiiii =) k paike t salio beioooooo pekeña xD ioamo como scribes =P xD sisisi..bueno =) k pases una bonita noshe y disfrutes tus utimos dias d vacaciones,..recuerda i k jamas c t olvide k t kiero mushot i k sigues siendo una persona especial en mi vida jamss jams d los jamases lo olvides =D =) cuidat k DIosito t bendiga :3
atte Lili xD

eRe (Ale a veces) dijo...

Me gustó :D
Te das cuenta? cómo que a las dos se nos ocurrió abordar a la muerte, pero desde diferentes ángulos de visión, me gustó éste es positivo, esperanzador, "usted que todo lo sabe" no lo es tanto.
Me gustó la misión de vida: La plena satisfacción de su alma, estoy de acuerdo contigo.
y "whatever will be, will be".
Muy bien!!! <3

Anónimo dijo...

Eswit mom of mi :D me encantooooo >,< se me hizo asi todo bonito... asi como que en ese momento lo primero que nos viene a la mente es la tristeza y la desesperanza.. Pero pocas veces nos detenemos a pensar, en que debemos ser plenamente felices todo el tiempo, para que cuando por fin nos llegue a todos el inevitable ening, podamos decir lo mismo.."Estoy orgulloso de lo que hize, de lo que soy y lo que fui, y de lo que todos recordaran de mi" Es importante hacer las cosas, nunca quedarnos con las dudas ni los quizas.. y tratar de no quedarnos arrepentidos de nada.. vivir la vida al 100%, sind ejar que nada ni nadie, ni siquiera esa vocesita maligna de tu cabeza te este dando guerra..
me encanto.. admiro mucho tu cabeza y tu forma de pensar.. espero con ansias el librito 2 =)..Tqmmmmm al infinitum mamiiii <3

Tu hijin juank

Anónimo dijo...

Interesante, sinceramente siempre me preguntado que es lo que ocurre cuado las personas mueren y es interesante lo que piensas al respecto, es que yo tampoco creo que todo termine con la muerte. Ademas de las satisfacciones que ha dejado el tiempo vivido, lejos de cerrar ciclos yo creo que se inicia el viaje mas interesante de todo, el ser parte de la eternidad, asi que, mientras sea, hay que aprovechar bien nuestra estadia por aqui siendo felices de la mejor manera posible!!

Salu2!! Mannu :3

viernes, abril 29

Una palabra.

Una sonrisa, un rostro alegre, la tenacidad, la felicidad, la alegría de seguir viviendo, la libertad, la niña vivaz, el niño jugando con carritos, los novios dándose un beso, los ancianos que se toman de la mano al ir por la calle, las flores en primavera, los columpios del parque, el aire del bosque, el aroma de las cerezas, los sonidos del arcoiris, el sabor de una noche con Luna llena, el tacto de un día lleno de Sol, la frescura de la brisa por la tarde, el viento soplando en su oído y jugando con su cabello.

Todos esos recuerdos parecían simples sueños maravillosos que alguien más había pintado en su mente durante una noche de descanso. Al menos ella lo sentía así. Sabía que no eran de todo sueños, sabía que ella había sentido alguno más de una vez... sabía que ella había vivido miles de momentos maravillosos como esos.

Abrió sus ojos sin saber dónde estaba, sintió a su alrededor y se dio cuenta que no tocaba nada... se levantó suavemente y su cuerpo no pesaba. Al incorporarse, sentada con las manos cayendo sobre sus muslos cubiertos de una suave tela blanca, observó el lugar en el que se encontraba.
Muchas personas iban vestidas de negro, otras cuantas de gris, muy raros puntos con alguno que otro color amarillo, azul o café escondidos en la sala. 
Personas dormidas, personas bostezando, algunos cuantos platicando, bastantes con cara afligida y lágrimas en sus rostros... unos cuantos al fondo con una sonrisa, una sonrisa llena de pesadez en el rostro.

Sintió la necesidad de abrazarlos, de consolarlos a todos... quería hablarles, gritarles, decirles que no había razón en el mundo para que estuvieran así, que ella estaba ahí para apoyarlos, que no se dejaran vencer... que nada era tan grave para vivir infelices. Intentó hablar pero ningún sonido salió de su boca, al contrario, las palabras parecían sus propios pensamientos, sumidos en lo profundo de su existencia. Intento gritar, con el mismo efecto y sin el menor éxito... 
Pensó que tal vez habría enfermado, ¡Por eso su voz no salía!

Fue entonces cuando una figura de negro, con la cara más afligida y llena de lágrimas, la sorprendió hasta el rincón más profundo de su corazón: su madre.
Esa mujer que le había dado la vida iba vestida de negro, desde el cuello cubierto por la bufanda hasta los pies calzados en botas negras especiales para el invierno... Si estaba haciendo tanto frío, ¿por qué no lo sentía?
Miró el rostro de su madre de nuevo, se le hizo un nudo en la garganta y quiso llorar junto con ella. Esa mujer tan fuerte y valerosa, llena de vida y juventud, de paz y tranquilidad, de buenos consejos, esa mujer vestida completamente de negro sentía un dolor muy grande, como ninguno otro en su vida... su simple mirada lo decía todo, su tierno rostro ahora hinchado de tanto haber llorado. 
Intentó ponerse de pie, correr hacia ella, abrazarla, acariciarla, darle un beso y decirle cuánto la amaba, "ya no llores, madre mía"... pero, así como cuando intentó hablar y gritar, ningún movimiento salió de su cuerpo...

Fue entonces cuando decidió mirar el lugar que la tenía encarcelada, que no la dejaba hablar ni moverse... y se encontró a ella misma. Un rostro pálido y frío, con ojos cerrados, labios rosas por el maquillaje, mejillas sin color alguno... Su pecho no se elevaba con ningún movimiento, no respiraba. Sus manos cruzadas sobre su abdomen estaban tiesas, frías, pétreas totalmente. 
Muerta.

Sí. Ya lo recordaba... ella había muerto. Lo último que aparecía en su mente era el cielo azul y la sonrisa de su madre, un golpe fuerte y un grito más doloroso y desgarrador que el mismo sufrimiento de su cuerpo, y después de eso, nada.

Los recuerdos de su vida la atacaron una vez, pasando todos y cada uno de los segundos que había permanecido con vida en el mundo delante de sus ojos, sin poderse detener y a una velocidad increíble y, sin embargo, era capaz de saber qué imagen pertenecía a qué fecha, qué día y segundo con exactitud. 
Ella había sido feliz.
Probablemente, había sido la persona más feliz del mundo en muchas ocasiones.

Sintió cómo su alma comenzaba a llorar... no de tristeza ni de dolor, tampoco de melancolía o de aflicción. Eran lágrimas puras, de amor y felicidad, de cariño y armonía, de todo eso que había dado y que había recibido a su paso por el mundo, por la vida de las personas, por quienes pasaron por su vida. 
Su alma lloró de nuevo.
También ella misma se había dado amor, felicidad, cariño y aprecio... también ella se había dicho cosas bonitas, cuentos alegres, canciones armoniosas, frases maravillosas. También ella había sentido el amor, la esperanza, el deseo de ser mejor persona cada día. También ella había luchado por aquello que amaba, por quienes eran importantes en su vida, por aquellos momentos especiales que la hacían tan feliz a cada segundo que pasaba. También ella logró superarse de muchas maneras a pesar de las fuertes caídas, de los golpes que dejaban marca, de las marcas de las heridas más profundas... Sí, su alma tenía heridas profundas, cicatrices que la vida había dejado en su transcurrir.

Y sonrió. Sonrió mientras lloraba, porque todo lo que había vivido en esos años medidos con la experiencia, fue lo mejor. Porque siempre logró lo que quiso, con esfuerzo y dedicación. Porque siempre hizo lo mejor, porque se equivocó, porque esos errores la llevaron a la superación.

Y solo una palabra podía definir lo que su alma sentía en ese momento: satisfacción.

En ese momento, una luz brillante descendió sobre ella y no existió nada más. Todo era brillante, estaba en calma y tranquilidad. Sentía la felicidad aún sin estar consciente de dónde venía, y lo supo. Supo que había pasado a ese mundo donde van quienes ya no habitan en la Tierra. Y supo que lo había hecho porque había cumplido su misión:

la plena satisfacción de su alma.

4 comentarios:

fayriiewöÖrldLilie dijo...

=0 no inventes k bonito t kedo no manches gaby =S m hizo reflexionar x0 nta necesitaba algo asi =S para abrir los ojos i k no vale la pena ponerse ma x alguien k no vale la pena uno tiene k ver x simismo su felicidad =D siiiii =) k paike t salio beioooooo pekeña xD ioamo como scribes =P xD sisisi..bueno =) k pases una bonita noshe y disfrutes tus utimos dias d vacaciones,..recuerda i k jamas c t olvide k t kiero mushot i k sigues siendo una persona especial en mi vida jamss jams d los jamases lo olvides =D =) cuidat k DIosito t bendiga :3
atte Lili xD

eRe (Ale a veces) dijo...

Me gustó :D
Te das cuenta? cómo que a las dos se nos ocurrió abordar a la muerte, pero desde diferentes ángulos de visión, me gustó éste es positivo, esperanzador, "usted que todo lo sabe" no lo es tanto.
Me gustó la misión de vida: La plena satisfacción de su alma, estoy de acuerdo contigo.
y "whatever will be, will be".
Muy bien!!! <3

Anónimo dijo...

Eswit mom of mi :D me encantooooo >,< se me hizo asi todo bonito... asi como que en ese momento lo primero que nos viene a la mente es la tristeza y la desesperanza.. Pero pocas veces nos detenemos a pensar, en que debemos ser plenamente felices todo el tiempo, para que cuando por fin nos llegue a todos el inevitable ening, podamos decir lo mismo.."Estoy orgulloso de lo que hize, de lo que soy y lo que fui, y de lo que todos recordaran de mi" Es importante hacer las cosas, nunca quedarnos con las dudas ni los quizas.. y tratar de no quedarnos arrepentidos de nada.. vivir la vida al 100%, sind ejar que nada ni nadie, ni siquiera esa vocesita maligna de tu cabeza te este dando guerra..
me encanto.. admiro mucho tu cabeza y tu forma de pensar.. espero con ansias el librito 2 =)..Tqmmmmm al infinitum mamiiii <3

Tu hijin juank

Anónimo dijo...

Interesante, sinceramente siempre me preguntado que es lo que ocurre cuado las personas mueren y es interesante lo que piensas al respecto, es que yo tampoco creo que todo termine con la muerte. Ademas de las satisfacciones que ha dejado el tiempo vivido, lejos de cerrar ciclos yo creo que se inicia el viaje mas interesante de todo, el ser parte de la eternidad, asi que, mientras sea, hay que aprovechar bien nuestra estadia por aqui siendo felices de la mejor manera posible!!

Salu2!! Mannu :3