domingo, agosto 29

Blah, blah, blah~

La verdad es que debí haber hecho esto hace ya mucho tiempo: escribir.
Escribir mis sentimientos sin temor a ser leídos y a que alguien dé su opinión al respecto. Escribir mis sentimientos sin temor a indagar en lo más profundo de mi mente sin siquiera darme cuenta a veces... escribir mis sentimientos solo porque sí: porque me gusta y porque quiero, porque tengo ganas, pero sobretodo y simplemente, porque los siento.

Yo sé que he estado dando lo mejor de mí en muchos aspectos de mi vida, pero a pesar de eso, a veces siento que no es suficiente -que no soy suficiente-... Yo sé que si quieres y tienes lo que necesitas, puedes hacerlo. Que es suficiente tomar una decisión para que todo comience a crearse, que de esa manera vas juntando los medios para lograrlo y que al final, todo ha valido la pena por el trabajo sufrido.
Sin embargo, como toda persona humana y con sentimientos, siento la necesidad de alguien que me apoye, que me diga que voy bien, que me haga sentir que mi manera de hacer las cosas, a lo mejor no es la más rápida o fácil, pero puedo ser feliz. Alguien que no me juzgue, que juegue, que ría, que cante conmigo incluso la canción que podría parecer la más tonta e infantil. 

Tal vez sea una persona con adolescencia tardía o tal vez solo lo esté imaginando, tal vez sea parte de mi personalidad con hipocondría y dramatismo aunado a la exageración que me hacen sentir que así es, o tal vez sea el simple hecho de que así es, pero aún viéndome y sintiéndome algo mayor que antes, sigo sintiendo a veces esa necesidad de un poco de reconocimiento, de atención, de comprensión... 

¿Por  qué?

Porque soy bastante cobarde. Porque hay momentos en que tengo miedo de las personas, de la sociedad, de la manera en que uno debe de adaptarse tan rápidamente a situaciones tan desconocidas, porque tengo miedo de fracasar, de estar haciendo de mi vida algo que al final no tenga que ver conmigo, de llevarme derechito al abismo y lanzarme desde ahí sin darme cuenta...
Ya sé. Pesimismo.

¿Está mal ser pesimista de vez en cuando?
¿Está mal querer desahogarse de la mejor manera que uno puede?
¿Está mal no ser capaz de decir las cosas a la cara y preferir escribirlas?
¿Está mal sentirse triste unos días habiendo tenido tantos tan felices?

Tal vez sí, tal vez no. Pero en este preciso momento... es algo que no me interesa.

Quiero reclamar, quiero reclamarme. Quiero decirme y gritarme las cosas para poder comprender, para poder entender... para saber y aprender.
Yo y solo yo soy y seré la única persona en el mundo que entienda de verdad cuánto me cuestan algunas cosas. Que entienda de verdad mi manera de pensar, de sentir, de vivir, de ser feliz y de estar triste algunas veces. Yo y solo yo siempre sabré, por más que intente hacerle entender a alguien, la manera en que me gustan las cosas, la manera en que las disfruto y en que, algunas veces, las sufro.
No se me hace mal reír, llorar, gritar, carcajearse. No se me hace mal bailar o dar vueltas, mirar alrededor o simplemente quedarme en silencio de vez en cuando cada que algo me molesta. No se me hacen mal tantas cosas... y sin embargo he descubierto que muchas de ellas lo son, no porque Dios lo diga o porque esté en la Constitución, sino porque las personas, la sociedad, la gran masa de gente con la que me topo constantemente, dicen que lo están.

De verdad que a veces me pierdo y no sé qué hacer, me siento sola aunque esté rodeada de miles de gentes a mi lado... ¿Neurótica? Bastante probable... pero no por eso me dejo vencer.

Sigo intentándolo cada día, cuando me pongo de pie y observo todo aquello que me hace feliz. Cuando miro a mi alrededor y soy capaz de ver a esas personas que dan lo mejor de sí por hacerme sonreír, cuando me doy la vuelta y veo los esfuerzos de todos aquellos que me han ayudado estar en donde estoy y, de alguna manera, ser quien soy.

Soy una persona, simple y corriente, que le resulta imposible mantenerse sonriente todos los días de la vida... que le resulta imposible poner una cara triste en frente de cualquier persona, porque sabe que hay personas que se encuentran en un estado mucho peor y hasta sueltan carcajadas de corazón.

Y es por eso que prefiero escribir... escribir mi frustración, derramar una que otra lágrima llena de temor y volver a la vida. 
Volver a la vida llena de gente, de lugares, de actos y acciones, de personalidades, salvajismos, selvas urbanas, sonidos experimentales y sentimientos...
Sentimientos que aunque a veces duele sentirlos, son los que me hacen recordar la humana pequeña que soy. Me hacen recordar que está la humildad... que existe el amor y la alegría, la felicidad y la amistad, el cariño y la motivación, el esfuerzo y la responsabilidad, la paz y la justicia y todo aquello que nos llevamos al andar por el camino de la verdad...
Pero no cualquier verdad, si no la que se oculta más allá.

Es en este preciso momento cuando puedo sentir la tranquilidad, cuando quisiera seguir escribiendo sin parar pero mi cuerpo me dice que debo ir a descansar.
De verdad espero poder descansar...


1 comentario:

Th. dijo...

:') Gracias.

Por describir a la perfección lo que tmb a mí me sucede n___n~


ánimo!

domingo, agosto 29

Blah, blah, blah~

La verdad es que debí haber hecho esto hace ya mucho tiempo: escribir.
Escribir mis sentimientos sin temor a ser leídos y a que alguien dé su opinión al respecto. Escribir mis sentimientos sin temor a indagar en lo más profundo de mi mente sin siquiera darme cuenta a veces... escribir mis sentimientos solo porque sí: porque me gusta y porque quiero, porque tengo ganas, pero sobretodo y simplemente, porque los siento.

Yo sé que he estado dando lo mejor de mí en muchos aspectos de mi vida, pero a pesar de eso, a veces siento que no es suficiente -que no soy suficiente-... Yo sé que si quieres y tienes lo que necesitas, puedes hacerlo. Que es suficiente tomar una decisión para que todo comience a crearse, que de esa manera vas juntando los medios para lograrlo y que al final, todo ha valido la pena por el trabajo sufrido.
Sin embargo, como toda persona humana y con sentimientos, siento la necesidad de alguien que me apoye, que me diga que voy bien, que me haga sentir que mi manera de hacer las cosas, a lo mejor no es la más rápida o fácil, pero puedo ser feliz. Alguien que no me juzgue, que juegue, que ría, que cante conmigo incluso la canción que podría parecer la más tonta e infantil. 

Tal vez sea una persona con adolescencia tardía o tal vez solo lo esté imaginando, tal vez sea parte de mi personalidad con hipocondría y dramatismo aunado a la exageración que me hacen sentir que así es, o tal vez sea el simple hecho de que así es, pero aún viéndome y sintiéndome algo mayor que antes, sigo sintiendo a veces esa necesidad de un poco de reconocimiento, de atención, de comprensión... 

¿Por  qué?

Porque soy bastante cobarde. Porque hay momentos en que tengo miedo de las personas, de la sociedad, de la manera en que uno debe de adaptarse tan rápidamente a situaciones tan desconocidas, porque tengo miedo de fracasar, de estar haciendo de mi vida algo que al final no tenga que ver conmigo, de llevarme derechito al abismo y lanzarme desde ahí sin darme cuenta...
Ya sé. Pesimismo.

¿Está mal ser pesimista de vez en cuando?
¿Está mal querer desahogarse de la mejor manera que uno puede?
¿Está mal no ser capaz de decir las cosas a la cara y preferir escribirlas?
¿Está mal sentirse triste unos días habiendo tenido tantos tan felices?

Tal vez sí, tal vez no. Pero en este preciso momento... es algo que no me interesa.

Quiero reclamar, quiero reclamarme. Quiero decirme y gritarme las cosas para poder comprender, para poder entender... para saber y aprender.
Yo y solo yo soy y seré la única persona en el mundo que entienda de verdad cuánto me cuestan algunas cosas. Que entienda de verdad mi manera de pensar, de sentir, de vivir, de ser feliz y de estar triste algunas veces. Yo y solo yo siempre sabré, por más que intente hacerle entender a alguien, la manera en que me gustan las cosas, la manera en que las disfruto y en que, algunas veces, las sufro.
No se me hace mal reír, llorar, gritar, carcajearse. No se me hace mal bailar o dar vueltas, mirar alrededor o simplemente quedarme en silencio de vez en cuando cada que algo me molesta. No se me hacen mal tantas cosas... y sin embargo he descubierto que muchas de ellas lo son, no porque Dios lo diga o porque esté en la Constitución, sino porque las personas, la sociedad, la gran masa de gente con la que me topo constantemente, dicen que lo están.

De verdad que a veces me pierdo y no sé qué hacer, me siento sola aunque esté rodeada de miles de gentes a mi lado... ¿Neurótica? Bastante probable... pero no por eso me dejo vencer.

Sigo intentándolo cada día, cuando me pongo de pie y observo todo aquello que me hace feliz. Cuando miro a mi alrededor y soy capaz de ver a esas personas que dan lo mejor de sí por hacerme sonreír, cuando me doy la vuelta y veo los esfuerzos de todos aquellos que me han ayudado estar en donde estoy y, de alguna manera, ser quien soy.

Soy una persona, simple y corriente, que le resulta imposible mantenerse sonriente todos los días de la vida... que le resulta imposible poner una cara triste en frente de cualquier persona, porque sabe que hay personas que se encuentran en un estado mucho peor y hasta sueltan carcajadas de corazón.

Y es por eso que prefiero escribir... escribir mi frustración, derramar una que otra lágrima llena de temor y volver a la vida. 
Volver a la vida llena de gente, de lugares, de actos y acciones, de personalidades, salvajismos, selvas urbanas, sonidos experimentales y sentimientos...
Sentimientos que aunque a veces duele sentirlos, son los que me hacen recordar la humana pequeña que soy. Me hacen recordar que está la humildad... que existe el amor y la alegría, la felicidad y la amistad, el cariño y la motivación, el esfuerzo y la responsabilidad, la paz y la justicia y todo aquello que nos llevamos al andar por el camino de la verdad...
Pero no cualquier verdad, si no la que se oculta más allá.

Es en este preciso momento cuando puedo sentir la tranquilidad, cuando quisiera seguir escribiendo sin parar pero mi cuerpo me dice que debo ir a descansar.
De verdad espero poder descansar...


1 comentario:

Th. dijo...

:') Gracias.

Por describir a la perfección lo que tmb a mí me sucede n___n~


ánimo!