viernes, julio 10

Lluvia de estrellas~

[...]
Olivia observaba con cuidado el cielo de aquella noche. Había escuchado en la radio, la tarde anterior, que habría una lluvia de estrellas justo en el momento en que ella se encontraba ahora.
-Jamás he visto una lluvia de estrellas- pensó mientras sonreía, con una emoción insuperable.

Llevaba más de tres horas esperando ver estrellas cayendo, pero eso no era absolutamente nada comparado con toda su vida, podía esperar y lo haría. Aunque tubiera que regresar la noche siguiente, y la siguiente, y la siguiente...

Pasaron más de cinco días, casi una semana entera. Y ahí estaba ella de nuevo, esperando ver la Lluvia de estrellas que había sido tan prometida los días anteriores por los meteorólogos de la región.

Olivia estaba muy cansada a estas alturas, pensaba que esperar sería fácil y resultó que no lo era. No dormir cuatro noches seguidas -con esta serían cinco- no podría valer tanto la pena. Así que tomó sus cosas, decepcionada, y caminó hacia su auto para ir a tomar un fin de semana de siesta en su casa.
De repente, al cerrar la puerta del coopiloto donde había acomodado sus cosas, vió un brillo extraño en el cielo. Se volteó rápidamente, emocionada de que la lluvia hubiera llegado al fin.
Espero expectante la siguiente estrella cayendo, pero no vió nada. Una simple estrella no podía ser una lluvia, así que de nuevo se dispuso a irse.

Justo iba pasando la fuente de aquel parque, cuando se le ocurrió tomarle una foto. No habría comprado aquel rollo fotográfico para nada, pensaba gastarlo aunque fuera en una fuente sin vida, y así lo hizo.
Se pasó toda la noche tomándose fotos junto a la fuente, al agua que lucía tan brillante con el flash, y cómo el pasto crecía más grande alrededor de ella.

Cansada, y viendo que la luz del Sol se aproximaba, decidió retirarse por fin. Al menos la fuente había hecho que valiera la pena.


Dos días pasaron para que fuera a recoger sus fotos.
-¡Hermosas fotos, señorita!- le dijo la encargada mientras empaquetaba las fotos en un sobre para Olivia.
-Gracias...- respondió ella titubeante mientras las tomada. Unas imágenes de una fuente seca y ella de "modelo" no podrían ser hermosas, talvez curiositas o lindas, pero jamás hermosas.
Subió a su carro pensando en la extrañeza de la encargada, y sin poderlo evitar, tomó el sobre y con oda su curiosidad se dispuso a ver las fotos.

Ahí estaban ellas. Paseándose de un lado a otro, cayendo a espaldas de ella y de la fuente, iluminando el cielo con una discreción que era sumamente elegante y maravillosa, como ver una pared donde se refleja el Sol con un espejo y apenas alcanza a iluminar algo.
La lluvia de estrellas estaba plasmada en esas imágenes, las estrellas habían caido dándole vida a ella y a la fuente que parecia muerta.

-De verdad que llueven las estrellas- pensó y una sonrisa se dibujó en su rostro.

No sol había estrellas lloviendo, sino que ahora, las tendría plasmadas por mucho tiempo.
[...]

La perseverancia hace que uno logre sus objetivos.
Aveces, la vida misma nos da lo que tanto hemos esperado, fruto de nuestro esfuerzo, justo en el momento en que creemos que nada podría ser decepcionante.
Lo mejor de todo, es que nos llevamos muchas de las más gratas sorpresas y satisfacciones de esta manera.

saludos a todos ustedes :)
horrible el final del partido de ayer... qué vergüenza =/
tenían que ser mexicanos, verdad?

2 comentarios:

El Tipo dijo...

jajaja "tenían que ser mexicanos" tu comentario malinchista admito que es sumamente atinado.

Me gustó la historia, estoy cansado y realmente fue de envidiar esos instantes de espera para la lluvia de estrellas... supongo que tendré que tirarme más a menudo a ver lo que hay más allá de mi mismo...

Anónimo dijo...

yo no desperdiciaria la vida en eso sino q en su lugar solo viviria dejando ser quien soy y ya

viernes, julio 10

Lluvia de estrellas~

[...]
Olivia observaba con cuidado el cielo de aquella noche. Había escuchado en la radio, la tarde anterior, que habría una lluvia de estrellas justo en el momento en que ella se encontraba ahora.
-Jamás he visto una lluvia de estrellas- pensó mientras sonreía, con una emoción insuperable.

Llevaba más de tres horas esperando ver estrellas cayendo, pero eso no era absolutamente nada comparado con toda su vida, podía esperar y lo haría. Aunque tubiera que regresar la noche siguiente, y la siguiente, y la siguiente...

Pasaron más de cinco días, casi una semana entera. Y ahí estaba ella de nuevo, esperando ver la Lluvia de estrellas que había sido tan prometida los días anteriores por los meteorólogos de la región.

Olivia estaba muy cansada a estas alturas, pensaba que esperar sería fácil y resultó que no lo era. No dormir cuatro noches seguidas -con esta serían cinco- no podría valer tanto la pena. Así que tomó sus cosas, decepcionada, y caminó hacia su auto para ir a tomar un fin de semana de siesta en su casa.
De repente, al cerrar la puerta del coopiloto donde había acomodado sus cosas, vió un brillo extraño en el cielo. Se volteó rápidamente, emocionada de que la lluvia hubiera llegado al fin.
Espero expectante la siguiente estrella cayendo, pero no vió nada. Una simple estrella no podía ser una lluvia, así que de nuevo se dispuso a irse.

Justo iba pasando la fuente de aquel parque, cuando se le ocurrió tomarle una foto. No habría comprado aquel rollo fotográfico para nada, pensaba gastarlo aunque fuera en una fuente sin vida, y así lo hizo.
Se pasó toda la noche tomándose fotos junto a la fuente, al agua que lucía tan brillante con el flash, y cómo el pasto crecía más grande alrededor de ella.

Cansada, y viendo que la luz del Sol se aproximaba, decidió retirarse por fin. Al menos la fuente había hecho que valiera la pena.


Dos días pasaron para que fuera a recoger sus fotos.
-¡Hermosas fotos, señorita!- le dijo la encargada mientras empaquetaba las fotos en un sobre para Olivia.
-Gracias...- respondió ella titubeante mientras las tomada. Unas imágenes de una fuente seca y ella de "modelo" no podrían ser hermosas, talvez curiositas o lindas, pero jamás hermosas.
Subió a su carro pensando en la extrañeza de la encargada, y sin poderlo evitar, tomó el sobre y con oda su curiosidad se dispuso a ver las fotos.

Ahí estaban ellas. Paseándose de un lado a otro, cayendo a espaldas de ella y de la fuente, iluminando el cielo con una discreción que era sumamente elegante y maravillosa, como ver una pared donde se refleja el Sol con un espejo y apenas alcanza a iluminar algo.
La lluvia de estrellas estaba plasmada en esas imágenes, las estrellas habían caido dándole vida a ella y a la fuente que parecia muerta.

-De verdad que llueven las estrellas- pensó y una sonrisa se dibujó en su rostro.

No sol había estrellas lloviendo, sino que ahora, las tendría plasmadas por mucho tiempo.
[...]

La perseverancia hace que uno logre sus objetivos.
Aveces, la vida misma nos da lo que tanto hemos esperado, fruto de nuestro esfuerzo, justo en el momento en que creemos que nada podría ser decepcionante.
Lo mejor de todo, es que nos llevamos muchas de las más gratas sorpresas y satisfacciones de esta manera.

saludos a todos ustedes :)
horrible el final del partido de ayer... qué vergüenza =/
tenían que ser mexicanos, verdad?

2 comentarios:

El Tipo dijo...

jajaja "tenían que ser mexicanos" tu comentario malinchista admito que es sumamente atinado.

Me gustó la historia, estoy cansado y realmente fue de envidiar esos instantes de espera para la lluvia de estrellas... supongo que tendré que tirarme más a menudo a ver lo que hay más allá de mi mismo...

Anónimo dijo...

yo no desperdiciaria la vida en eso sino q en su lugar solo viviria dejando ser quien soy y ya