domingo, diciembre 20

Saboreando

Olivia se encontraba recostada en su cama, escuchando aquellas canciones que la habían hecho feliz desde hacía ya bastante tiempo y sin embargo, no dejaban de encantarle. Miraba al techo mientras movía su cabeza al ritmo de los sonidos, y sonreía o movía la boca dependiendo la manera en que el cantante ponía estilo a su canción.
Dio un clic a su pequeño aparato reproductor de música, y ahí estaba ella. La canción que había marcado su vida alrededor de los últimos cuatro meses. Una canción que hablaba de no estar solo y hacer las cosas mejor, que puedes lograr todo lo que te propones si sigues el camino que deseas seguir. Recuerdos vagos y difusos comenzaron a tomar forma en su mente, alentados por su memoria y la emoción de saber que todo lo que había vivido había sido casi perfecto durante ese tiempo.
Rostros de personas vinieron a su mente, canciones y frases, momentos que quedarían eternamente en sus recuerdos y que la ayudarían a seguir adelante cuando más lo necesitara en momentos posteriores. Resultaba tan agradable saber que lo que haces lo estás haciendo bien, y que si no está bien, siempre tienes la oportunidad de mejorarlo, que Olivia no dejaba de sonreír mientras sus oídos se deleitaban con el sonido del piano y la voz de aquel hombre a través de los auriculares.

Recordó aquella vez que las hojas de otoño fueron arrastradas por el viento del verano en el frío del invierno que era opaco gracias al sol de la primavera. Recordó aquella vez en que subió a un lugar secreto y la ciudad entera estuvo total y completamente a sus pies, igual que en sus sueños. Recordó aquellas pláticas agradables que se salían completamente de materia y la hacían sentir mejor, no solo a ella, a un sin fin de personas que estaban con ella. Recordó cuando descubrieron aquellas comidas tan deliciosas y cercanas, de las que ella nunca había tenido ni siquiera una leve noción. Recordó como el esforzarse en grupo te ayuda a recordar las cosas perfectamente en esos momentos en que son necesarias. Recordó la emoción que sentí al hacer lo que amaba y cómo todo eso rendía frutos a su alrededor y en ella misma.

Olivia había sido inmensamente feliz durante todo ese tiempo. Más feliz que nunca en toda su vida, debía admitir. Porque había sido una felicidad larga y sin fin durante cuatro meses llenos de sorpresas.

Y lo mejor de todo era que estaba completamente segura de que así seguiría siendo mientras ella siguiera ahí. Haciendo lo que más ama en la vida.

3 comentarios:

Th. dijo...

:) Que boniito es hacer lo que te gusta n____n

Imagina lo que te espera cuando corras por todo lo ancho de algún hospital?


haha

:D tequiiero <3

Anónimo dijo...

Recuerdos compartidos... será??
"Recordó aquella vez en que subió a un lugar secreto y la ciudad entera estuvo total y completamente a sus pies"...

gracias por regalarme esos ratos tan geniales n__n

* Hermano mayor del sur * dijo...

Ojalá todos alguna vez podamos llegar a la misma conclusión. :)

¡Un beso!

domingo, diciembre 20

Saboreando

Olivia se encontraba recostada en su cama, escuchando aquellas canciones que la habían hecho feliz desde hacía ya bastante tiempo y sin embargo, no dejaban de encantarle. Miraba al techo mientras movía su cabeza al ritmo de los sonidos, y sonreía o movía la boca dependiendo la manera en que el cantante ponía estilo a su canción.
Dio un clic a su pequeño aparato reproductor de música, y ahí estaba ella. La canción que había marcado su vida alrededor de los últimos cuatro meses. Una canción que hablaba de no estar solo y hacer las cosas mejor, que puedes lograr todo lo que te propones si sigues el camino que deseas seguir. Recuerdos vagos y difusos comenzaron a tomar forma en su mente, alentados por su memoria y la emoción de saber que todo lo que había vivido había sido casi perfecto durante ese tiempo.
Rostros de personas vinieron a su mente, canciones y frases, momentos que quedarían eternamente en sus recuerdos y que la ayudarían a seguir adelante cuando más lo necesitara en momentos posteriores. Resultaba tan agradable saber que lo que haces lo estás haciendo bien, y que si no está bien, siempre tienes la oportunidad de mejorarlo, que Olivia no dejaba de sonreír mientras sus oídos se deleitaban con el sonido del piano y la voz de aquel hombre a través de los auriculares.

Recordó aquella vez que las hojas de otoño fueron arrastradas por el viento del verano en el frío del invierno que era opaco gracias al sol de la primavera. Recordó aquella vez en que subió a un lugar secreto y la ciudad entera estuvo total y completamente a sus pies, igual que en sus sueños. Recordó aquellas pláticas agradables que se salían completamente de materia y la hacían sentir mejor, no solo a ella, a un sin fin de personas que estaban con ella. Recordó cuando descubrieron aquellas comidas tan deliciosas y cercanas, de las que ella nunca había tenido ni siquiera una leve noción. Recordó como el esforzarse en grupo te ayuda a recordar las cosas perfectamente en esos momentos en que son necesarias. Recordó la emoción que sentí al hacer lo que amaba y cómo todo eso rendía frutos a su alrededor y en ella misma.

Olivia había sido inmensamente feliz durante todo ese tiempo. Más feliz que nunca en toda su vida, debía admitir. Porque había sido una felicidad larga y sin fin durante cuatro meses llenos de sorpresas.

Y lo mejor de todo era que estaba completamente segura de que así seguiría siendo mientras ella siguiera ahí. Haciendo lo que más ama en la vida.

3 comentarios:

Th. dijo...

:) Que boniito es hacer lo que te gusta n____n

Imagina lo que te espera cuando corras por todo lo ancho de algún hospital?


haha

:D tequiiero <3

Anónimo dijo...

Recuerdos compartidos... será??
"Recordó aquella vez en que subió a un lugar secreto y la ciudad entera estuvo total y completamente a sus pies"...

gracias por regalarme esos ratos tan geniales n__n

* Hermano mayor del sur * dijo...

Ojalá todos alguna vez podamos llegar a la misma conclusión. :)

¡Un beso!