martes, julio 21

Inhevitable.

La verdad es que no puedo detenerme, no puedo parar, no puedo dejar de seguir moviendo mis manos y mis dedos al compás de mi corazón.

Cada sentimiento que atraviesa mi ser necesita salir, cada alegría y cada tristeza, cada lágrima y cada sonrisa, cada gesto de amabilidad y cada venganza dentro de mi ser... lo necesito, ¡LO NECESITO!

Las palabras llegan a envorlverme suavemente, decidiéndose entre ellas y apostando por cuál seria la mejor para expresar qué y tal cosa. Hermosas, suaves, gentiles, sutiles... mis palabras.

En el fondo escucho la música de mis canciones favoritas, la música que me encanta porque sabe expresar de manera casi perfecta todo lo que veo cuando cierro los ojos, y lo que veo aún manteniéndolos abiertos.

Se detiene suavemente... me detengo suavemente... se detiene por completo... me detengo por completo...

Este es el final. El final de otra canción~ y el inicio de una nueva.

Con la siguiente mis ojos se llenan de lágrimas sin saber por qué. ¡No! Sí lo sé. Sí lo sé y me fascina saberlo y que sea por esas razones tan simples.
El hecho de imaginar una flor naciendo de donde no había nada; imaginarme debajo de la lluvia, sintiendo cada una de sus gotas con su dureza y suavidad; ver el sol naciente y el ocaso; sentir los efectos de la Luna a travez de una ventana con todo y sus rayos de luz; una mariposa que pasa volando justo frente a mi corazón; una libélula que danza con majestuosidad sobre el agua acabada de caer; una cereza que se desliza suavemente por mi boca, brindándome todo su sabor; una nube que toma una forma increíble, y sin embargo, tan creíble de ver; un ave que levanta el vuelo justo en el momento en que nada parecía poder vivir más; una pequeña que sonríe y tiene una luz aún más fuerte que el Sol en la mirada; una madre que abraza el recuerdo de su hijo; un amante que no deja de acariciar las sensaciones de aquel al que ama; un anochecer hermoso; una mañana nublada; un día lúgubre; un atardecer eterno y lleno de melancolía~
Todo aquello que provoca emoción en mi ser, todo aquello que me hace exhaltarme hasta las lágrimas. Todo aquello que me encanta, y todo aquello que considero maravilloso. Todo eso que me hace querer bailar de felicidad y tirarme al suelo de tristeza. Todo aquello que me hace levantar la frente desde el suelo y todo aquello que me hace ponerme en pie después de una fuerte caida. Todo eso que me hace caer con fuerza y me ayuda a ver y reconocer los obstáculos...

Todo lo que es nada, y nada de lo que está hecho todo.

-¡Maravilloso!- dice una voz en mi interior mientras mi mente se llena de apalusos. Y ahí estoy yo. De pie. Agachándome a manera de agradecimiento ante una multitud excitada al haber compartido aquellos sentimientos junto a mí, frente a mí, mediante un simple piano y unas cuantas notas.

Mientras me doy la vuelta a la oscura soledad de la creatividad, un camino lleno de colores se posa ante mí sonriéndome de manera incitante. Es ahí donde miro de nuevo atrás y doy gracias. Doy gracias porque la creatividad viene acompañada de la imaginación, que no seria posible estando solo.

Sigo andando mi camino de colores, me siento ante mi piano negro. Que a pesar de ser negro, no significa que cada tecla no tenga un color especial, color que distingue cada sonido.

Y de nuevo, empiezo a sentir...

y a vivir~

No hay comentarios:

martes, julio 21

Inhevitable.

La verdad es que no puedo detenerme, no puedo parar, no puedo dejar de seguir moviendo mis manos y mis dedos al compás de mi corazón.

Cada sentimiento que atraviesa mi ser necesita salir, cada alegría y cada tristeza, cada lágrima y cada sonrisa, cada gesto de amabilidad y cada venganza dentro de mi ser... lo necesito, ¡LO NECESITO!

Las palabras llegan a envorlverme suavemente, decidiéndose entre ellas y apostando por cuál seria la mejor para expresar qué y tal cosa. Hermosas, suaves, gentiles, sutiles... mis palabras.

En el fondo escucho la música de mis canciones favoritas, la música que me encanta porque sabe expresar de manera casi perfecta todo lo que veo cuando cierro los ojos, y lo que veo aún manteniéndolos abiertos.

Se detiene suavemente... me detengo suavemente... se detiene por completo... me detengo por completo...

Este es el final. El final de otra canción~ y el inicio de una nueva.

Con la siguiente mis ojos se llenan de lágrimas sin saber por qué. ¡No! Sí lo sé. Sí lo sé y me fascina saberlo y que sea por esas razones tan simples.
El hecho de imaginar una flor naciendo de donde no había nada; imaginarme debajo de la lluvia, sintiendo cada una de sus gotas con su dureza y suavidad; ver el sol naciente y el ocaso; sentir los efectos de la Luna a travez de una ventana con todo y sus rayos de luz; una mariposa que pasa volando justo frente a mi corazón; una libélula que danza con majestuosidad sobre el agua acabada de caer; una cereza que se desliza suavemente por mi boca, brindándome todo su sabor; una nube que toma una forma increíble, y sin embargo, tan creíble de ver; un ave que levanta el vuelo justo en el momento en que nada parecía poder vivir más; una pequeña que sonríe y tiene una luz aún más fuerte que el Sol en la mirada; una madre que abraza el recuerdo de su hijo; un amante que no deja de acariciar las sensaciones de aquel al que ama; un anochecer hermoso; una mañana nublada; un día lúgubre; un atardecer eterno y lleno de melancolía~
Todo aquello que provoca emoción en mi ser, todo aquello que me hace exhaltarme hasta las lágrimas. Todo aquello que me encanta, y todo aquello que considero maravilloso. Todo eso que me hace querer bailar de felicidad y tirarme al suelo de tristeza. Todo aquello que me hace levantar la frente desde el suelo y todo aquello que me hace ponerme en pie después de una fuerte caida. Todo eso que me hace caer con fuerza y me ayuda a ver y reconocer los obstáculos...

Todo lo que es nada, y nada de lo que está hecho todo.

-¡Maravilloso!- dice una voz en mi interior mientras mi mente se llena de apalusos. Y ahí estoy yo. De pie. Agachándome a manera de agradecimiento ante una multitud excitada al haber compartido aquellos sentimientos junto a mí, frente a mí, mediante un simple piano y unas cuantas notas.

Mientras me doy la vuelta a la oscura soledad de la creatividad, un camino lleno de colores se posa ante mí sonriéndome de manera incitante. Es ahí donde miro de nuevo atrás y doy gracias. Doy gracias porque la creatividad viene acompañada de la imaginación, que no seria posible estando solo.

Sigo andando mi camino de colores, me siento ante mi piano negro. Que a pesar de ser negro, no significa que cada tecla no tenga un color especial, color que distingue cada sonido.

Y de nuevo, empiezo a sentir...

y a vivir~

No hay comentarios: